POESÍA HACIA LA IGUALDAD EN LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA
En la cima de antiguas barreras,
se alza el eco de voces que un día callaron,
donde antes el poder tenía fronteras,
hoy la igualdad, firme, ha conquistado.
Mujeres y hombres, codo con codo,
tejen el futuro con la misma ambición,
sin sombras que oculten su valía o modo,
se abren paso con justicia y visión.
Ya no es el género, ni el color de la piel,
quien dicta los sueños ni los méritos del ser.
La
administración, con sus puertas
abiertas,
es un faro que a todos invita a florecer.
De la ley, el derecho brota claro y justo,
sin distinciones que marchiten el valor,
porque el trabajo equitativo, digno y robusto,
ha dejado su huella, en noble ardor.
Y en cada rincón del poder compartido,
se siente el latido de un nuevo horizonte,
donde el esfuerzo y el respeto unidos
dibujan, juntos, la paz del monte.
Que siga creciendo esta senda de luces,
donde cada ser encuentre su lugar,
pues en la igualdad, la esperanza florece,
y en su abrazo, todos pueden soñar.
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