Primera actividad de esta experiencia de aprendizaje.

 

RETO 3

Para este tercer reto he decidido analizar la siguiente política pública: Igualdad de bajas parentales y maternales entre hombres y mujeres.

Fuente foto: https://www.ppiina.org/2022/12/13/ley-de-familias-un-retroceso-para-la-corresponsabilidad/

Esta política pública, cuya aplicación es a nivel nacional, permite que hombres y mujeres tengan el mismo tiempo de baja remunerada después del nacimiento o adopción de un hijo. En concreto, consiste en que el permiso por paternidad sea igual al de las mujeres, teniendo una duración de 16 semanas. Este logro político se aprobó en 2019 y entró en vigor en España el 1 de enero del 2021. Dicho permiso, el cual es intransferible y obligatorio en sus 6 primeras semanas, colocan a España junto a países como Suecia, Islandia y Dinamarca en uno de los pioneros que promueve la igualdad en la duración de los permisos por nacimiento.

Papel de las mujeres en la implantación de esta medida.

Las mujeres han sido clave en la aprobación de la baja parental igualitaria gracias a su activismo feminista y su impulso hacia la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos y la igualdad de género.

Organizaciones feministas, políticas y estudios académicos liderados por mujeres demostraron que, repartir equitativamente las bajas, reducen la discriminación laboral, promueve la igualdad en el hogar y combate la brecha salarial.

 

 Efectos Positivos:

1. Igualdad de Género en el Ámbito Laboral

Esta política pública consigue disminuir la discriminación de las mujeres en el mercado laboral, ya que tradicionalmente, para algunas empresas, contratar a una mujer significaba una carga, como consecuencia de las largas bajas por maternidad y posibles interrupciones en su carrera profesional. Al conseguir para ambos géneros el mismo tiempo de baja estamos eliminando esta discriminación, ya que ambos tienen las mismas condiciones cuando hablamos de baja por nacimiento de un hijo. Este hecho, además, ayuda a mejorar la cantidad de contrataciones femeninas, así como a seguir luchando con el denominado “techo de cristal” ya que también beneficia el ascenso de la mujer a puestos de responsabilidad

2. Corresponsabilidad Familiar

Por otro lado, este logro consigue fomentar la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos ya que tradicional y culturalmente las mujeres han tenido que asumir la mayor parte de la crianza de los hijos. Este reparto, más equitativo, puede fortalecer las relaciones familiares y disminuir las cargas físicas y emocionales que recaen sobre la mujer. Además, se ha demostrado que la presencia del padre en los primeros meses de vida del hijo puede mejorar el desarrollo emocional y cognitivo de este durante su crecimiento.

3. Disminución de la Brecha Salarial

Como consecuencia de las interrupciones en la carrera laboral de las mujeres, debido a las bajas por maternidad, se llegaba a producir una disparidad salarial. Ahora, al existir las mismas interrupciones en los hombres, se pueden llegar a reducir dichas diferencias salariales

4. Equidad en las Normas Sociales.

La implementación de la baja parental ayuda a reforzar la idea de que el cuidado de los hijos no es un deber exclusivo de la mujer, sino que es una responsabilidad mutua entre ambos progenitores. Esta idea poco a poco está llevando a romper los viejos estereotipos, produciendo una cultura más igualitaria tanto en el ámbito familiar como en el laboral.

Posibles efectos Negativos

1. Normas sociales y resistencia cultural

Por desgracia, el persistente pensamiento de que el cuidado familiar pertenece a las madres, provoca que algunos hombres no estén a favor de disfrutar la totalidad de sus bajas parentales. Además de dicho pensamiento se une el miedo a repercusiones laborales, presiones sociales o percepciones de la masculinidad.

Esto provoca que al final muchos hombres no disfruten de este permiso y continuemos con la discriminación laboral de la mujer.

2. Deterioro económico para las Empresas

Otro aspecto negativo es la repercusión económica que supone a la empresa, sobre todo a las pequeñas, ya que tienen que afrontar el costo económico de estas largas baja tanto para sus empleadas como para sus empleados. En este sentido, esta política es un arma de doble filo, ya que por un lado estamos igualando las condiciones laborales entre géneros pero por otro, a corto plazo, podemos provocar la reticencia en la contratación de empleados en edades de tener hijos, tanto para hombres como para mujeres.

3. Abusos del Sistema

En determinadas ocasiones, los trabajadores masculinos podrían hacer uso de esta baja para motivos ajenos al cuidado de los hijos, lo que provocaría deficiencias en el uso de los recursos puestos a disposición de esta política pública.

4. Posibles consecuencias no deseadas en la mujer

Aunque esta política busca el beneficio de la mujer, a largo plazo podríamos estar repercutiendo negativamente en ella, ya que existe el riesgo de que el gobierno o las empresas decidan reducir el tiempo de baja parental en lugar de extenderlo, como consecuencia del gran costo económico que suponen. Este hecho afectaría negativamente a las mujeres que necesitan hacer uso de esta baja para recuperarse físicamente después el parto.

Conclusión

La política pública de igualar las bajas por maternidad y paternidad supone un avance significativo hacia la igualdad de género, tanto en el ámbito laboral como en el familiar. Sus efectos positivos incluyen la disminución de la discriminación laboral hacia las mujeres, la promoción de la corresponsabilidad en el hogar, la reducción de la brecha salarial y el avance hacia normas sociales más igualitarias. No obstante, también enfrenta desafíos, como la resistencia cultural, el impacto económico en las empresas, el posible abuso del sistema y las consecuencias no deseadas a largo plazo.

Para que esta política sea realmente efectiva, es crucial que vaya acompañada de un cambio cultural que promueva la participación igualitaria de los hombres en el cuidado de los hijos, así como de mecanismos que garanticen su correcta implementación y sostenibilidad. Solo así se podrá lograr una verdadera igualdad de género tanto en el trabajo como en la vida familiar.